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viernes, 3 de junio de 2011

Era que pasaba un ángel...

Me pregunto que hay detrás del callejón sin salida. Qué encontraré tras ese muro que no puedo salvar y me obliga a volver sobre mis pasos hasta esa bifurcación que conozco de memoria.

Me pregunto que hay detrás de ese silencio que martillea el día recordándome que ya me resulta familiar el ángel de Silvio Rodríguez...que ya le saludo al pasar porque es el único que me sonríe....Aunque sé que su sonrisa es egoísta porque él fue quien nos robó la voz..quién nos robó el amor.

Me pregunto a qué espero. Cuál es la señal que me permitirá actuar. Cuál será el momento propicio para que duela menos.

Necesito pasar ese duelo para olvidar...para seguir adelante...para ser yo quién bese en la mejilla a ese ángel que hace meses me susurró al oído que había llegado el final.

miércoles, 1 de junio de 2011

Tareas para el mes de junio

Este mes toca reinventarse. Coger carrerilla para lanzarse a una piscina de oportunidades, de cambio, de una vida nueva que no sé si será mejor, pero sí diferente. A unas semanas de decir adiós a la primavera toca coger las riendas de este caballo desbocado e intentar hacer las paces conmigo misma, reencontrarme con la Princesa soñadora e ilusionada que sobrevive en un mundo propio de cuento.

Pensé que ser Princesa me convertía en un persona extremadamente vulnerable...Ser Princesa supone sucumbir a la inocencia radical, al deseo de no dejarse censurar por las normas, ni las razones, ni los prejuicios..a ser sin más, como me dé la gana, como me pida el cuerpo y el alma. Necesito reirme y estar tranquila. Ser feliz, aunque sea emprendiendo una ruta desconocida hacia no sé dónde. Necesito quererme más y valorarme, pensar por una vez en serio que soy especial.

Quiero reinventarme aunque duela. Aunque suponga cerrar una puerta dejando que me engulla una tormenta de emociones que duelen. Asumiendo que no se fracasa en el mundo de los sentimientos, que solo se aprende y quizás, en el mejor de los casos, mejora uno como persona.

Tengo miedo a que el pasado me idiotice, a pensar que no hice esto o aquello, a sentirme culpable, a idealizar lo bueno o a demonizar lo malo...Tengo miedo a no ser objetiva, a no ser madura, a no levantarme cuando me caiga al traspasar el umbral de la puerta, a cerrar ésta con un portazo dejando tras de mí una tormenta en un espacio donde nunca llegue la calma...donde el ruido sea ensordecedor y el tiempo se convierta en la goma de borrar que lo torne ceniza, que lo convierta en nada...en un no recuerdo...en un no pasado.

Tengo miedo a que dentro de unos años no recuerde. A que se formen agujeros negros en mi vida. A que la memoria sea tan selectiva que convierta mi vida en un queso gruyere.

Pero aún así sé que se avecina el renacimiento y estoy preparada para luchar..contra mí misma o contra el mundo. Y cuando eso ocurra, espero que estés cerca para recoger mis pedacitos.

domingo, 27 de marzo de 2011

"Me da igual"

¿Por qué me sonríe si hace unos meses me gritaba poseído por la niña del Exorcista?...Hace años nos llevábamos muy bien. Qué ingenua!!!!!. No teníamos problemas porque no me crucé en su camino, porque no discrepamos, porque en realidad nunca hablamos de nada importante.

Y de pronto se convirtió en mi mayor enemigo el día que le dije que era un hipócrita. El día que me cansé de fingir que no sabía lo que pensaba mientras me dedicaba esa sonrisa de marca blanca diciendo "me da igual, no me importa".

¿POr qué la gente dice "me da igual" cuando tienen que elegir entre una o varias alternativas? ¿POr qué no son sinceros y confiesan lo que prefieren, lo que quieren? ¿POr qué la hipocresía que promueve los conflictos silenciosos es políticamente correcta y decir lo que uno piensa está tan mal visto?

Odio la gente que abusa del "me da lo mismo", "me da igual"...esos que se mueven por mitad del río y no se acercan a ninguna orilla, esperando que sean otros quienes les digan hacia dónde tienen que dirigirse por descarte. Me repatean los "bienqueda", los indecisos y los falsos conformistas. Y sobre todo me dan alergia los hipócritas que se visten de corderos para darte la patada en el culo en cuanto te das la vuelta.

No sé porque esta semana me ha estado sonriendo y hablando como antes...como un ser civilizado. De pronto, como yo soy tonta del culo, me lo creo. Creo que todo se ha solucionado, que ya no me odia, y que dejé de ser la diana de sus arrebatos de ira irracionales e injustificados. Pero bajo la guardia con reparo, con miedo a caer otra vez en su trampa. No es la primera vez que lo hace. Se muestra amable y a los pocos días o semanas estalla de nuevo y me monta un numerito delante de compañeros o usuarios. Y me hace sentirme pequeña e indefensa. Frustrada y con miedo.

No sé por qué me sonríe esta semana...pero si vuelve a atacarme tendré que plantearme como tarea de abril ser inmune a los conflictos irreparables.

jueves, 17 de marzo de 2011

Me cansé de ser Princesa

Estoy cansada, aburrida de no entender las instrucciones de esta vida absurda en la que todo son juegos para no llegar a ningún sitio. El mundo de las relaciones humanas es tan complejo y rebuscado que paso.

Paso de ilusionarme en un universo perfecto donde hago, digo y me comporto con la magia de la ingenuidad, sin artificios, sin máscaras...donde me río porque me da la gana y donde todo fluye sin preocuparme de nada más que sentir. Tiro la toalla. Paso de ser una mendiga de cariño vestida de Princesa. 

Me caí en un bucle de fantasía donde me he dejado llevar sin más. Donde no he pensado en las consecuencias de mi comportamiento. Simplemente he actuado sin los filtros de la razón y los prejuicios, sintiéndome feliz sin más, experimentando la falta de lucidez que te reporta la inspiración..y de pronto me caí de la nube. He hecho un aterrizaje forzoso porque quizás ya era hora de ser con cierta resignación. De ser cumpliendo algunas normas. De ser normal, racional, seria, madura...esos adjetivos propios de la edad adulta. Miro hacia atrás y me siento ridícula. Seguiré siendo un eslabón perdido..pero prefiero serlo en silencio.

lunes, 14 de marzo de 2011

Tareas para el mes de marzo

Quiero creer que los sentimientos no son un activo descatalogado. Que todavia existe un espacio imaginario o no donde la sinceridad es posible, donde no hace falta salir huyendo cuando alguien te demuestra su cariño.

Las demostraciones parecen debilitarnos. Decir lo que sientes o lo que piensas te torna vulnerable. La gente está acostumbrada a salir de casa con la armadura puesta, con la máscara, con su "yo" perfecto y feliz...El día a día es un teatro, frío, con aplausos forzados y risas con aditivos y conservantes.

A nadie le interesa cómo te sientes. Y no les culpo. A mí tampoco me interesa cómo se sienten ellos....o sí?.
El cariño llama al cariño...el interés sincero al interés sincero..la preocupación a la preocupación...el día a día es el cemento que se emplea para poner los ladrillos de cualquier relación. El día a día te reporta los instrumentos necesarios para saber si vale o no la pena el esfuerzo... El roce hace el cariño. Aunque en ocasiones el roce también propicia situaciones conflictivas que te sorprenden indefenso.

Estoy saturada. Este mes de marzo he asumido que estoy triste, que hace muchisimo tiempo que estoy triste. Pensaba que estaba enfadada con el mundo, y resultó que no. Que estaba enfadada conmigo misma por no ser perfecta. Estaba enojada por no ser la hija perfecta, la hermana perfecta, la novia perfecta, la tía perfecta. Tan enfadada que volcaba mi frustración en los demás. Quizás si los odiaba, serían ellos quienes me odiarian a mí y obtendría el castigo por no ser perfecta.

Pero resultó que todo se resumía en tristeza. Tristeza por no poder hacer que fueran felices, por no poder solucionar problemas, por no poder hacer magia para que desaparezcan enfermedades....Me siento triste y soy una cobarde. Este mes sólo quiero llorar. Quizás derramando todas las lágrimas, en abril no tenga que llorar más por falta de ellas.

domingo, 6 de febrero de 2011

Tareas para el mes de febrero

Quisiera ser invisible. Desaparecer del campo de visión de los que me odian. No creo haber hecho nada que justifique su actitud. No me quedan fuerzas para aguantar sus ataques, su ira.

Me siento débil. Rota. Vulnerable. Tengo un hueco en algún sitio que cada día se va haciendo más grande. Un par de heridas sangrantes que no terminan de cicatrizar...que duelen en silencio. Yo quiero pasar página, hacer como que no importa. Pero aunque pretenda ignorarlas, no puedo. Se me llenan los ojos y se va desecando mi alma. 

Supongo que soy un eslabón perdido. Un número impar, una pieza que no encaja, un eterno Robinson Crusoe sin isla.

Estoy cansada de equivocarme, de defenderme, de justificarme, de responsabilizarme de todo, de ir contracorriente...yo sólo quiero estar tranquila y no estar triste. No quiero llorar más.

Quiero sobrevivir en mi mundo imperfecto de filosofía incomprensible para la mayoría. Quiero creer que puedo seguir siendo fiel a mis principios.