Me gustaría saber lo que piensas
cuando me miras y no dices nada.
Cuando sonríes y callas,
cuando el silencio inunda la habitación
y tú eres todo silencio.
Me encantaría saber lo que sientes
cuando me abrazas.
Cuando me rozas casualmente
o queriendo,
cuando te tomo la mano,
cuando te fundes conmigo.
Quizás sea una amistad atípica,
una amistad platónica o romántica.
Pero sé que me gusta estar contigo,
que te echo de menos
cuando no tengo ninguna otra cosa que hacer
más que echarte de menos.
Que pienso en ti...
y que cuando lo hago, siempre termino sonriendo.
Vistas de página en total
lunes, 30 de diciembre de 2013
POr qué me inspiras
si estos versos caerán al vacío
sin dueño.
Por qué te sueño
si este sentimiento proscrito y errante
es el retazo de una fantasía incompleta
que busca caballero.
Y mientras me confundes,
yo juego y tú me sigues la corriente,
como si no tuvieras miedo a saber la verdad,
como si tú también estuvieras sediento de cariño.
Y jugando no sé si algún día llegaremos a encontrarnos,
o seguiremos caminando sin tocarnos,
anhelando simplemente un sueño.
Me da miedo preguntarte y que respondas.
Quizás ese día termine todo
o sea el comienzo de algo que estaba escrito.
si estos versos caerán al vacío
sin dueño.
Por qué te sueño
si este sentimiento proscrito y errante
es el retazo de una fantasía incompleta
que busca caballero.
Y mientras me confundes,
yo juego y tú me sigues la corriente,
como si no tuvieras miedo a saber la verdad,
como si tú también estuvieras sediento de cariño.
Y jugando no sé si algún día llegaremos a encontrarnos,
o seguiremos caminando sin tocarnos,
anhelando simplemente un sueño.
Me da miedo preguntarte y que respondas.
Quizás ese día termine todo
o sea el comienzo de algo que estaba escrito.
Tengo sonrisas sin estrenar
que no sé si quieres.
Abrazos nuevos
que te buscan cada día.
Mil gracias que darte,
y algún que otro perdón reincidente.
Me provocas con tu actitud impasible,
presuntamente indiferente.
Hasta que descubro que te importo
y que sufres por verme triste.
Entonces me arrepiento de haberte atacado,
de reprocharte que no me digas que también soy especial para ti.
Y tú das todo por sentado
y sigues pretendiendo que te adivine
que sepa lo que piensas,
lo que sientes,
por lo que haces y no por lo que dices.
Y yo me confundo,
me desespero,
me convierto en una niña desorientada
cuando trato de entenderte.
Cuando tan sólo busco tu cariño,
que me consueles,
que me digas que soy importante para ti,
que somos amigos.
Y después de enfadarme,
dices algo.
Sueltas alguna de tus frases mágicas.
Y conviertes un día nefasto en un momento memorable,
porque lo vuelves a hacer.
Haces que me olvide de todo,
que relativice,
que piense que tengo suerte por haberte conocido.
Que me alegre de que te hayas cruzado en mi camino.
Me haces sonreír.
Y tras esa sonrisa siempre tengo ganas de darte un abrazo y un segundo.
que no sé si quieres.
Abrazos nuevos
que te buscan cada día.
Mil gracias que darte,
y algún que otro perdón reincidente.
Me provocas con tu actitud impasible,
presuntamente indiferente.
Hasta que descubro que te importo
y que sufres por verme triste.
Entonces me arrepiento de haberte atacado,
de reprocharte que no me digas que también soy especial para ti.
Y tú das todo por sentado
y sigues pretendiendo que te adivine
que sepa lo que piensas,
lo que sientes,
por lo que haces y no por lo que dices.
Y yo me confundo,
me desespero,
me convierto en una niña desorientada
cuando trato de entenderte.
Cuando tan sólo busco tu cariño,
que me consueles,
que me digas que soy importante para ti,
que somos amigos.
Y después de enfadarme,
dices algo.
Sueltas alguna de tus frases mágicas.
Y conviertes un día nefasto en un momento memorable,
porque lo vuelves a hacer.
Haces que me olvide de todo,
que relativice,
que piense que tengo suerte por haberte conocido.
Que me alegre de que te hayas cruzado en mi camino.
Me haces sonreír.
Y tras esa sonrisa siempre tengo ganas de darte un abrazo y un segundo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)